A
lo largo de una dilatada carrera dedicada a los trabajos de desatascos y a la limpieza de fosas sépticas en Huesca,
estamos en condiciones de asegurar que más de los dos tercios de los problemas
en las bajantes y desagües domésticos podrían evitarse con un mantenimiento
adecuado. Es una costumbre muy arraigada que, tras la comida, cuando llega la
hora de recoger la mesa, antes de meter los platos en el lavavajillas se dejan
en el fregadero para enjuagarlos directamente con el chorro del agua. Con esta
práctica, los restos de comida que pudieran haber quedado en los platos, se
marchan por el desagüe y son, a la larga, los que provocan la mayoría de los
atascos.
Colocar una rejilla protectora en la boca del desagüe del fregadero evitaría
que estos restos entraran en las tuberías, y se fueran acumulando reduciendo su
diámetro. Con esa costumbre de arrojar los restos de comida y otros productos
sólidos por los desagües o los retretes, realmente lo único que se consigue es
tener que llamar con más frecuencia a una empresa de limpieza de fosas sépticas en Huesca
antes de lo que sería
recomendable.
Para evitar este problema, la mejor solución es la de vaciar previamente los
platos sobre el cubo de la basura antes de enjuagarlos y, aun así, limpiar los
desagües, al menos una vez al mes, vertiendo por ellos medio vaso de
bicarbonato, otro medio de vinagre blanco y, a continuación una olla de buen
tamaño llena de agua caliente con sal.
Si mantienes limpias las cañerías y, sobre todo, no arrojas desperdicios
sólidos por ellas, evitarás que los técnicos de Carloandres
tengamos que ir a tu casa para solucionar un atasco en
las bajantes de agua.